miércoles, 28 de abril de 2010

EDITORIAL

Con el propósito de preservar la memoria de Andrés Pérez Araya, un grupo de personas hemos formado una fundación que lleva su nombre. Nuestro compromiso es mantener vivo este legado y apoyar a las nuevas generaciones de artistas teatrales.
Nacido en las lejanas tierras del sur, en la Patagonia, Punta Arenas, una tierra de titanes y soñadores que a fuerza de empuje y coraje han conquistado una de las regiones más difíciles de nuestro país .Ese paisaje solitario y generoso marcó su forma de vida, la valentía con que enfrentaba las dificultades y como abrir caminos para el crecimiento del espíritu, la libertad y la cultura.
Su pasado por el Seminario le permitió la espiritualidad y la templanza del místico y el guerrero; las solitarias tierras del desierto en el norte a orillas del mar lo marcaron en la poesía y el amor. Como muchos chilenos nacidos en regiones decidió emigrar a la capital para hacer camino.
Entregado a su pasión, las artes en general y el teatro en particular., fue un alumno brillante, inquieto, visionario, generoso y con un sentido de vida comunitaria que le permitió formar compañías, abrir comunidades, tomarse la calle para el teatro callejero el que debía ser popular, integrador, contestatario, sagrado, mágico y hacernos reflexionar sobre la importancia de sentirnos libres en nuestro país, constantemente nos decía: “ las calles nos pertenecen y son para el teatro”.
La búsqueda que lo apasionaba fue el reconocimiento de ser chileno. Él lograba transformar la pobreza en poesía y sus propuestas teatrales fueron un deleite para el pensamiento y los sentidos.
A mediados de los ochenta, vuelve a emigrar ahora a la conquista de Europa donde también triunfó. El método de trabajo teatral aprendido, que es la suma de culturas de oriente y occidente, al regreso a su país, lo pone al servicio de jóvenes actores y a partir de allí, en un momento preciso de recuperación democrática por la que tanto luchó, genera nuevos caminos para el teatro. Hoy su forma de trabajo es aplicado por muchos jóvenes directores de compañías de teatro en todo el país.
Por ellos y siguiendo su enseñanza los invitamos a que “Seamos cómplices de la belleza” y nos alegramos de tener un teatro vivo, comprometido y que forma parte de nuestro quehacer nacional.
Desde el año 2007 en todo nuestro país, cada 11 de Mayo, se celebra el Día Nacional del Teatro, con motivo del natalicio de Andrés Pérez Araya
Viva el Teatro!

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